El pasado viernes, 9 de febrero celebramos la CAMPAÑA CONTRA EL HAMBRE EN EL MUNDO, con el lema: “FRENTE A LA DESIGUALDAD CLIMÁTICA, JUSTICIA CLIMÁTICA. EL EFECTO SER HUMANO”.
Nos adherimos a Manos Unidas en un llamamiento global para luchar por la dignidad y promover un mundo donde todos valgamos lo mismo y nadie se quede atrás. Donde se erradique la pobreza, el hambre, la miseria y donde se respeten los Derechos Humanos. Este día tan especial se conmemora cada segundo viernes del mes de febrero, desde hace más de 60 años Uniéndonos a este pequeño gesto tan simbólico como cargado de sentido reivindicamos la lucha frente a la desigualdad. Todas las manos suman, todas cuentan, y todos somos necesarios.
Todos los que formamos parte de la comunidad educativa del colegio San José de Cluny nos ponemos en la piel de las personas que pasan hambre y necesidades. Nuestro almuerzo hoy consiste en un trozo de pan. Este simple gesto nos permite detenernos a valorar lo pequeño y agradecer lo que tenemos. Con ello queremos tomar conciencia de la urgencia de trabajar para que todas las personas puedan tener una vida digna.
Durante toda la semana se han realizado diferentes actividades de concienciación, centradas en la preservación del medio, ya que el cambio climático afecta a los contextos más desfavorecidos, y su destrucción genera innumerables problemas. Esa misma mañana de viernes antes de la lectura del manifiesto y la oración todos unidos, nuestro alumnado de secundaria ha realizado unas pruebas de atletismo en el polideportivo municipal con la finalidad de concienciar a los más mayores de la importancia del trabajo en equipo y de que todo esfuerzo sincero, por pequeño que sea, posibilita el cambio de las situaciones.
Con este acto tan sencillo queremos empatizar con quien más lo necesita. Que nuestro corazón no sea indiferente al sufrimiento de las demás personas, ni las que tenemos cerca, ni las que enferman y mueren en otros países.
Combatir la pobreza no es un reto imposible. Está en nuestras manos.
Queremos comprometernos. Queremos un mundo más justo. Queremos aceptar, como dice el Papa, el reto de soñar y pensar en otra humanidad.
Pedimos a la sociedad que una sus manos a las nuestras, porque solo así, todos juntos, podremos combatir la desigualdad y el hambre.